toda una tarde de tienda en tienda
Aguantar toda una tarde de tienda en tienda con una mujer es como querer hacer los cien metros lisos en una piscina llena de mermelada, una mujer puede pasar horas viendo ropa y no tiene ningún problema en probarse veinte pantalones, treinta blusas,
doce faldas y sesenta pares de zapatos.
Para eso los hombres somos más prácticos, si uno se prueba una talla 38 y queda apretada, pide la 40 y se acabó ¿Volvérselo a probar?, ni pensarlo, es lógico que si una 38 queda apretada la 40 tiene que quedar perfecta.